
Este ex sacerdote ruso Sergei Romanov, según los historiadores del país, dirige un culto de adoración hacia la dinastía Romanov, el último Zar de Rusia y su familia, asesinados en 1918.
Además este sacerdote ruso fue policía y estuvo en prisión durante 13 años por asesinato, posteriormente crea la secta de adoración a la dinastía Romanov.
También lo llaman el “Rasputín del Covid”, ya que ha emitido declaraciones sobre el mismo, llamándolo un invento demoniaco para crear campos de concentración satánicos alrededor del mundo e incluso implantar chip en las personas para manipularlas.
Sus acusaciones se deben al cierre de las Iglesias motivado a la Pandemia mundial
Por otro lado ha lanzado maldiciones sobre el Presidente ruso, señalando que el mismo es parte del plan de Satanás, y que el anticristo volverá como su pareja, opina que todo aquel que contribuya al cierre de las Iglesias está trabajando a favor del anticristo.
Todo esto se debe al cierre masivo de Iglesias, templos y demás lugares de religiosidad dentro del país lo que se produjo durante la pandemia mundial.
Romanov ha sido acusado de incitar al suicidio a las personas y de violación del derecho a la libertad conciencia, después de asaltar un convento de monjas ubicado un lugar en las afueras de Ekaterimburgo fundado por el mismo en el 2000.
En los alrededores de dicho convento se especula que está enterrada toda la familia del Zar.
Allí en ese lugar miles de personas afirman ser sus seguidores y ser parte de la secta de Devotos al azar
En las investigaciones del Comité de investigación del país se le atribuye a este ex sacerdote la incitación al suicidio de diez monjas durante un sermón en línea.
Romanov señala que su preocupación es sobre la salud espiritual y mental de las personas que están dentro del convento donde irrumpió.
Dado todo estos acontecimientos en la actualidad se encuentra en prisión preventiva por dos meses desde finales del 2020 hasta el 28 de febrero, fecha en la que ira a juicio.